La mujer de Kiko Matamoros posa ligera de ropa y se sincera: "Me pone que me vean sexy después de los cuarenta".
No debe ser fácil ser portada de Interviú tras el bombazo que causó el –tímido- desnudo de Terelu Campos. Pero Makoke, consciente de que su posado no será tan mediático, ha querido mostrarle también al mundo que se puede ser sexy y presumir de cuerpazo superados los 40.
La mujer de Kiko Matamoros posa de lo más atrevida, aunque, como la hija de María Teresa Campos, insinuando más que enseñando y se sincera: “Me pone que me vean sexy después de los 40”.
Aunque se ha hecho muy popular en los últimos años, esta malagueña madre de un hijo de 18 y una niña de 11, lleva 20 años trabajando en televisión. Empezó como azafata del Telecupón aunque empezó como modelo con Naomi Campbell. “Nos contrató la agencia Elite de Nueva York, pero yo engordé por la ansiedad y ella siguió sola”.
Además de Matamoros, por la vida de esta exuberante belleza rubia han pasado actores de Hollywood, como el mismísimo Brad Pitt, con quien pasó un fin de semana en Valladolid. Aunque la experiencia, por lo que cuenta, no fue demasiado satisfactoria: “Me dejó fría. Me pidió que me fuera a Los Angeles, pero no había química”, asegura.
Quien no le dejó indiferente fue Kiko, a quien conoció hace 14 años cuando era su representante: “El refrán de ‘donde tengas la olla’ está mal, porque a nosotros nos ha funcionado”.
Se casaron y después de muchos años, sigue tan enamorada como el primer día: “Kiko me da vida, aprendo mucho de él y me siento muy segura a su lado. Yo le doy serenidad y alegría, porque él es muy serio y negativo y yo soy superpositiva”.
A sus 40 años, Makoke asegura que la “dignidad no depende de la edad” y exhibe en ropa interior y, también, en topless un cuerpo espectacular esculpido a base de ejercicio: “Hago mucho deporte, spinning, pádel y voy al gimnasio cuatro o cinco días a la semana”, explica.
Sobre el posado de Terelu, que provocó un auténtico tsunami hace tan solo dos semanas, asegura que es consciente de que va a haber comparaciones, “me dirán que voy a vender menos que ella, me parece absurdo. Cada una tenemos nuestro estilo y cada reportaje refleja cómo somos”, apostilla.
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