En los últimos años, Audi ha liderado claramente la tecnología de iluminación en el sector automovilístico, al ser la primera marca en usar con profusión la luz diurna LED en el Audi A8 W12 de 2004 o los faros LED para todas las funciones, que debutaron en 2008 en el R8. En la actualidad, esta óptica se ofrece en los Audi A6, Audi A7 Sportback y Audi A8. Sin embargo, cuando hace unos meses os conté que BMW estaba desarrollando faros con láser, pensé que les habían adelantado por los dos lados.
Por su parte, Audi sigue teniendo una tecnología de luz adaptativa ‘adaptive light’, mucho más refinada, ya que es capaz de identificar los vehículos que circulan en sentido contrario para cambiar de forma autónoma entre luz de cruce y luz de carretera y, además, trabajar en combinación con el MMI navigation plus para leer con antelación los datos de la ruta y activar las luces de giro antes de llegar a un cruce, por ejemplo.
Sin embargo, Audi acaba de anunciar que sus ingenieros ya trabajan en una nueva revolución lumínica. Las luces del futuro se caracterizará por capacidad para reaccionar de forma más intensa a las condiciones del entorno, de hecho, se comunicarán con él de un modo diverso. Matrix Beam es la tecnología de faros del futuro en Audi. Matrix Beam es la tecnología de faros del futuro que antes llegará a montarse en los modelos de la marca de Ingolstadt.
Su principio consiste en dividir la luz LED en fuentes independientes. Los pequeños diodos proporcionan en cualquier situación una iluminación excelente sin que para ello sea necesario un sistema mecánico de oscilación: dependiendo de cada situación, los diodos serán encendidos, apagados, o atenuados, de forma independiente y por separado. Los faros Matrix Beam obtienen la información necesaria de una cámara, del sistema de navegación y de otros sensores.
Cuando la cámara registra otros vehículos o la iluminación de poblados, los nuevos faros desconectan de forma específica el área parcial correspondiente de la luz de carretera, compuesta por varios sectores. Estos faros conocen con antelación el trazado de la carretera y pueden adaptar la iluminación a las condiciones climáticas, por ejemplo en caso de lluvia o niebla.
Desde el punto de vista técnico, el principio Matrix Beam implica nuevos retos, como las extremadamente escasas tolerancias en la producción y el montaje de los componentes, su activación y delimitación entre sí, la eficiencia integral del paquete, la homogeneidad del cono de luz y la conducción del aire en los faros. Audi ya está en posición de dar respuesta a todas estas cuestiones. La nueva tecnología podrá celebrar su debut en la producción en serie en un futuro previsible.
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