La vida en Hollywood transcurre mucho más rápida que en el mundo real y allí es normal que lo que para nosotros sea para toda la vida, o algo que se le parezca, pase en un suspiro. Es lo que ha pasado, una vez más, con una pareja de famosos del cine, la tele y la música. Esta vez han sido Zooey Deschanel y su marido, Ben Gibbard, los que han decidido acabar con su matrimonio.
Dos años han sido los que esta pareja de guapos han estado casados, pero el ritmo de vida que llevan, el ambiente enrarecido de la Meca del Cine y vete a saber cuantas cosas más, han acabado erosionando su relación y provocando el divorcio. Eso sí, nada de terceras personas. Ambos han decidido divorciarse sin que haya nadie que se haya metido por medio. Que ya es un alivio.
Gibbard, que es el cantante del grupo Death Cab for Cutie, conoció a su todavía esposa cuando ella estaba presentando un espectáculo de She and Him, el dúo en el que canta Zooey. Al parecer, al chico le gustaban sus películas.Y gracias al manager, que compartían, fue coser y cantar que acabaran coincidiendo.
Enseguida cuajaron y comenzaron a hablar maravillas uno de la otra y la otra del uno. Que si él fantástico y mejor cantante que yo, que si las películas de ella son fantásticas, que es una gran actriz, y claro,de ahí hasta la vicaría es un saltito y lo dieron juntos en 2009.
Pero al final, la presión del mundillo, que no se querían tanto o vete a saber qué, ha podido con ellos y la relación, que se ve que fue muy intensa en el comienzo, se ha enfriado. No tienen hijos en común, así que todo irá más rápido de lo que suele ir y podrán reemprender sus vidas de soltería sin demasiados problemas. Si ellos están bien así, ¿cómo no podemos desearles lo mejor en su nueva etapa? Pues eso.
Vía | www.usmagazine.com
0 comentarios:
Publicar un comentario