Nuestra oxigenada Lindsay Lohan no gana para disgustos. Su último éxito multitudinario vino cuandoquiso entrar en la fiesta de presentación de la última película de Leonardo DiCaprio, J. Edgard. Al parecer, no había sido invitada, pero ella acudió igualmente. Al entrar, fue detenida por el equipo de seguridad, que la retuvo mientras comprobaba que, efectivamente, su nombre no aparecía en la lista de invitados.
Pero ¿qué es eso para alguien como LiLo? Comenzó a insistir y a pedir que le dejaran entrar, con argumentos tan contundentes como “¡Tengo que ver a Leo!”, así que finalmente, le dejaron pasar y pudo moverse libremente por una fiesta que reunía a lo más florido de la gente de Hollywood. Entre los asistentes estaba el equipo de la película, encabezados por el director, Clint Eastwood y el actor principal,Leo.
Al parecer, estuvo toda la noche rondándolos e intentándo hacerse una foto con ellos, pero la seguridad que estaba alrededor de ellos no le dejaba pasar. Incluso envío a un ayudante para que les convenciera de su necesidad imperiosa de posar junto al duro director y al guapo actor, pero ni por esas.Invitaron al ayudante a que se fuera y a ella, a que le acompañara.
Esta podría ser la última fiesta en la que molesta, al menos, durante los 30 días que durará su estancia en prisión. El próximo miércoles tendrá que presentarse voluntariamente ante las autoridades para entrar en prisión. Pese a esto, el sheriff del condado donde fue juzgada y condenada a prisión, dice que igual entra por una puerta y sale por la otra.
Con una pena tan corta, los reos no suelen cumplir más que una parte, y en el caso de LiLo, eso puede ser unas horas. O quizás no. De todas maneras, después de esa estancia en el hotel de rejas, tendrá que hacer12 días de servicio comunitario y otros 4 de terapia, antes del 14 de diciembre, o se arriesga a pasarotros 270 días haciendo muescas en la celda.
Vía | www.usmagazine.com
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