Si es que eran demasiados días de fashionismo, de vestir como una princesa mañana, tarde y noche en las promos de Amanecer, así que a Kristen Stewart, nuestra Bella verdadera, la Blancanieves más guerrera de la historia del cine y de los cuentos, ya le tocaba ponerse un poco a su manera. Y qué manera esta vez.
Bien sabéis que me encanta esta chica, que no la criticaría ni aunque un ejercito entero me amenazara con quitarme alguna tecla de mi Mac, pero es que verla así, no tiene perdón de los dioses. Y sí, soy yo la que lo estoy diciendo, así que imaginad lo que pueden decir por ahí. Vale, ya sabemos que le gusta vestir de forma casual, que adora los pantalones y las converse y esas cosas, pero ¿y el pelo?
Decidme, por favor, que lo tiene mojado, que no lo lleva sucio, convencedme de que se acababad de duchar porque si no mi modo pasión por Kristen on se verá gravemente herido. No puedo ponerme una venda en los ojos. Va muy rara. ¿Y esas bragas blancas que se dejan ver por los pantalones? Esto es, sin duda, la venganza de las Alfombras Rojas.
Ains Kristen, qué sabemos tu eres así, qué eres diferente, y sabemos cómo te gusta vestirte a lo mendigo (como aquí te han bautizado por una amiga cotilla) pero hija, también puedes ir de mendiga con un poco de cuidadito. Sólo un poco de cuidadito, para no ponernos en la tesitura de tener que cuestionarnos tu look en las fotos.
¿Y si digo que la veo guapa ahora? ¿Me matáis? Bueno, pues no lo digo, si lo pienso me callo. Miradla vosotros a ver qué os parece. Las fotos son en Londres. Sí.
Kristen Stewart se venga de las Alfombras rojas y vuelve a sus pintas
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