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Lindsay Lohan ha vuelto a liarla tras su aparición en la Fashion Week de Nueva York. La joven acudió a este evento y los problemas surgieron cuando algunos la confundieron con la hermana de Versace. Tras el revuelo, y el desinterés de los paparazzi, todo quedó en un escándalo.
Cuando Lohan se fue del lugar donde se celebraban los desfiles optó por irse a la fiesta organizada por Mark Jacob en el hotel Dream del Downtown. Testigos presenciales apuntan que Lohan llegó directa a la puerta de entrada y el seguridad le dijo “No vas a entrar” en repetidas ocasiones.
Lohan llamó al dueño del hotel, Vikram Chatwal, para que le permitiera entrar algo que consiguió. No pasaron ni diez minutos y de nuevo la seguridad le comentó que “no era bienvenida” lo que provocó que tuviera que marcharse.
Lohan le dio la vuelta al edificio y entró en The Electric Room, otro bar del hotel. Desde allí intentó regresar a donde estaba a través de un pasillo pequeño. Cuando la actriz se dio cuenta de que personalidades como Mick Jagger, L’Wren Scott, Rachel Zoe, Owen Wilson, Vladimir Doronin y Courtney Love estaban allí de fiesta optó por quedarse allí.
Rumores confirman que estuvo en la limusina que le llevaba al evento agotando la hora de alquiler. El management de Lohan no ha podido contactar con la actriz y se desconoce la versión “oficial” de lo sucedido. Lamentable actuación, una vez más, de una actriz que cada día está más perdida.
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