Faltan apenas dos semanas para el enlace real del año, y las noticias en cuanto a Kate Middleton no dejan de acaparar los rotativos sobre todo ingleses que están constantemente al día de cada movimiento de la novia y hay detalles que no pasan desapercibidos. Como el anillo de compromiso que su prometido el príncipe Guillermo le regaló y que, le queda grande.
El anillo que en su día perteneció a Diana de Galas, en un principio le quedada como un guante, pero ahora debido a su gran pérdida de peso ha tenido que ajustárselo para evitar que se le salga del dedo y evidentemente lo pueda perder.
A partir de ahí, ha saltado la voz de alarma en cuanto a la delgadez que muestra Middleton, si bien algunos se atreven hablar de una anorexia, hay que tener en cuenta que desde que se hizo oficial el compromiso, todo lo que ha derivado a los preparativos y compromisos, es lo más normal en una futura novia real.
Según calcula el ‘The Daily Mirror’, desde que en noviembre se anunció la boda, Kate, ha pasado de la talla 38 a la 34, es decir ha perdido dos tallas. Si es verdad que incluso en el rostro se puede apreciar que está más delgada, pero según el rotativo se asegura que todo es fruto de los nervios que los tiene metidos en el estómago y no le deja comer.
De todos modos estamos hablando que prácticamente todos estos movimientos y preparativos son distintos a los de cualquier novia normal, ya que no todos los días se casa una plebeya sin estar acostumbrada a todos los protocolos reales y eso, el físico lo tiene que notar por mucha preparación que se tenga.
Es que a este paso, los tres vestidos que ha encargado para no descubrir realmente el secreto mejor guardado, los habrá tenido que encargar de distintos tallajes, puesto que si en cinco meses ha perdido dos tallas, en quince días puede perder más.
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