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Fuente: Delegación del Gobierno en Murcia
Es la más baja desde el año 2000 y la de la Comarca de Cartagena es aún menor
La Delegación del Gobierno en Murcia considera que el supuesto "experto en seguridad" del PP, Pedro Chico, vuelve a banalizar la encomiable labor profesional que realizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Desde la Delegación del Gobierno se le exige al señor Chico un mayor respeto por el esfuerzo profesional de quienes se juegan la vida a diario por el bienestar social de los ciudadanos.
Como ciudadano de bien debería alegrarse de que se hayan incrementado las plantillas de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, así como de la mejora de los recursos, dado que es esto lo que ha favorecido que las tasas de criminalidad en la Región de Murcia sean las mínimas históricas.
Pedro Chico sabe que la tasa de criminalidad regional está 5,5 puntos por debajo de la media nacional, la más baja desde el año 2000 y que la de la Comarca de Cartagena es aún menor.
Las operaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no son de diseño, sino que parten de un ejercicio de la responsabilidad con el único fin de atajar conflictos de carácter coyuntural.
El señor Chico cumple como buenamente puede -- que no es mucho -- con el papel que le han encargado de profeta del catastrofismo. Por desgracia para el señor Chico, la realidad es terca y de público conocimiento.
Y la realidad es que con los Gobiernos del Partido Popular y del señor Aznar, Murcia tuvo cada vez menos agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil y, por el contrario, un índice de criminalidad mayor.
La realidad es que con los Gobiernos del PSOE y de Rodríguez Zapatero, el número de policías y guardias civiles sube en Murcia de manera constante, a la vez que bajan los delitos y las faltas.
Lo del señor Chico sería preocupante si se creyera lo que dice, pero él es el primero que sabe que no hay que hacer ningún caso a sus palabras. No es, por tanto, una cuestión de falta de conocimiento por su parte, sino de desprecio de la realidad.
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