Aunque parecía que las famosas se rebelaban contra las presiones de la Industria para estar excesivamente delgadas y reivindicaban las curvas, algunos especialistas en moda aseguran que las agencias y los diseñadores vuelven a reclamar chicas que más que flacas parecen primas de Skeletor.
Así de triste parece que está el panorama. Mientras mujeres como Beyoncé, Kim Kardashian o incluso nuestra Penélope Cruz presumen de curvas con orgullo (y no nos engañemos porque son éstas y no otras sin formas, las más deseadas), en las pasarelas y en muchas campañas de moda buscan famosas más ambiguas y desgarbadas con más rectas que redondeces.
¿Quiénes son las máximas exponentes de esta tendencia tan espantosa? Mujeres como Keira Knightley o Mary Kate Olsen. La actriz incluso estuvo a punto de ser despedida de Chanel por su aspecto desnutrido (o eso cuentan) y es que es difícil que la gente recuerde que anuncias un perfume de alta gama cuando pareces el reclamo de una ONG de la lucha contra el hambre.
Keira ha insistido mil veces en que su cuerpo es de forma natural tan delgado y que no sufre ningún desorden alimenticio, pero lo cierto es que cuando la vemos en escenas ligeras de ropa (la última en un Método), no parece nada saludable. Otra que personalmente me da cierto apuro (parece que se vaya a romper en cualquier momento) es la Mary Kate Olsen, que habrá influenciado y enamorado a diseñadores como Lagerfeld pero que sin ropa tiene que ser como pare regalarle un bocadillo.
La última ganadora del concurso Elite, Julia Schneider, una jovencita de 15 años exageradamente flaca y huesuda, no es muy alentador para conseguir que la extrema delgadez deje de ser la ridícula obsesión del mundo de la moda. Yo reivindico las curvas de una vez: a mí no me digáis que estas chicas que parecen radiografías de sí mismas tienen algo como para competir con las celebrities con curvas.
Famosas que se quedan en los huesos
Vía | www.antena3.com
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