Mucho se ha hablado ultimamente de las famosas fotos de Scarlett Johansson. Dieron la vuelta al mundo, y todos pudimos ver el escultural cuerpo de la actriz mirándose en un espejo y en otras sugerentes posturas. Pero cuidado, que no son fotos sacadas porque sí, ni porque quería comprobar si se le metían los michelines en algunas partes o para recrearse mirándose más adelante. Esas fotos, todas ellas, tenían un destinatario.
Sí, porque fueran hechas para que las viera una persona en concreto, alguien que ocupaba su corazoncito en esos momentos. Ni más ni menos que Ryan Reynolds. Y no, no es que la cosa fuera hecha para reconciliarse con quien fuera su marido hasta diciembre de 2010, sino que las hizo antes de esa fecha, y eran, según dice, para que le recordara bien.
Conozco mis mejores ángulos. Eran para enviárselas a mi marido. No hay nada malo en ello. No es como si yo estuviera rodando una película porno. Aunque tampoco es que haya nada malo en eso. - Scarlett Johansson (Traducción Libre)
Así que ya podemos estar bien tranquilos, que parece que no se decanta por el cine más subidito de tono, sino que ha hecho lo que todo el mundo. Posar de manera sexy para que su marido no la extrañe en la distancia y piense en ella esté donde esté. El problema, lo tiene Christopher Chaney, el tipo que pensó que esas fotos podrían interesarnos al resto de la humanidad.
Ambos actores pusieron fin a su matrimonio, en mitad de una exposición pública que les pasó factura a ambos, y ella parece que se llevó la peor parte, según cuenta.
No sabía que hacer conmigo misma. Fue un tiempo muy extraño. Nada me interesaba. Tuve una separación muy pública y fue muy difícil. Me sentí muy incómoda. - Scarlett Johansson (Traducción Libre)
Vía | www.usmagazine.com
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