No todo ha de ser padecer para el Príncipe Harry durante sus maniobras en Estados Unidos. En la base de Gila Band, en Arizona, aquel pueblo en el que los padres de las niñas tenían miedo del Príncipe Ligón, pocas cosas se pueden hacer, pero no todo el mundo tiene las posiblidades y los recursos del hermano pequeño de Guillermo.
Para empezar, se dirigió a la tienda donde alquilan Harleys y se cogió una para darse una vuelta por el soleado desierto de Arizona, por solo 150 dólares, solito y tranquilo. Pero como eso se ve que no le bastaba, se fue al parque temático de Universal Studios, donde hay algo más de emoción, aunque sea artifucial y medida.
Y, cuando los señores del parque se dieron cuenta quien iba a ser su real visitante, le invitaron a disfrutar de un día a cuerpo de… bueno, de príncipe. Primero le ofrecieron un lunch de lujo, como el que se merece un personaje de su talla y luego le dieron una vuelta en la montaña rusa de Los Simpson, sin hacer cola ni pasar por la casilla de salida. Así ya podrá, el hombre.
Pero no fue esa la única atracción que disfrutó Harry, porque le pusieron un guía para que no se perdiera detalle ni dejase escapar ninguna de las grandes atracciones del parque, basadas todas ellas en películas de la productora. Dicen que disfrutó mucho con el paseo por King Kong 3D, y quedó impresionado por la de La Guerra de los Mundos.
Pero poco tiempo tuvieron después, porque solo pudo repetir en una, La Venganza de la Momia. Que sí, que será muy guay ir acompañado por personal de parque, y poder saltarse colas y demás, pero seguro que es un fastidio que te hagan subir a toda prisa en cada una de las atracciones, para poder hacerte la foto y que les salga gratis la publicidad. Yo, prefiero ir a mi ritmo y si tengo que esperar, pues al menos charlo con los de la cola, que siempre hay alguien interesante.
Vía | www.usmagazine.com
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