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Unas van y otros vienen. Ese es el resumen final de la gala de Acorralados de esta semana. Mientras Antonio David veía cómo era expulsado por su gran enemiga Mª Ángeles Delgado, y Raúl llegaba al plató alegrándose de la mala suerte del ex guardia civil, Regina do Santos era la elegida por el público para la repesca. Parece que el público aún no confía en Sonia Baby tras su truculento espectáculo infantil ni en la histriónica y vengativa Leticia Sabater.
Quien debería estar temblando es Álvaro Muñoz Escassi, porque lo que la brasileña ha prometido al público es que si la hacían entrar en la Casona acabaría acostándose con el jinete. Aunque seguramente le preocupa menos Regina que Leticia, que había prometido exactamente lo mismo (además de asegurar que sería muy mala persona y montaría muchas broncas…).
Regina ha sido recibida con alegría por parte de sus compañeros, no es para menos cuando han dicho su nombre tras el discurso de Leticia que ha dejado a todos los concursantes con la cara de alucine de quien ve y escucha a un extraterrestre, en este caso, con visión periférica.
Raúl, por su parte, ha llegado al plató con poco protagonismo, que es lo que tiene ser famoso en tu casa. Por más que cargue contra Antonio David, ahora tendrá que aguantar cómo la semana que viene le dan el protagonismo que merece un popular de primera fila. ¿Qué dirá del jamón?
Raúl no sólo ha cargado contra él. Como ya hico Leticia Sabater la semana pasada, ha asegurado que Nagore recibió información por parte de Sofía Cristo en su visita a la granja y se ha quejado del trato de favor que se le dio a estas chicas. ¿Se seguirá quejando a saber que la madre de Aída, miembro destacado de su bando, ha recibido también la visita de su hija Alia (que no Aída)?
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