Domingo de disgustos para los concursantes de Acorralados. Cuando muchos creían haberse deshecho por fin de la madre de Aída, ahora resulta que es repescada tras el abandono forzado de Dioni (por un riesgo alto de sufrir una trombosis) dejando con la boca abierta a todos sus enemigos en la Casona.
Con mucha ironía y mucha mala leche, la dirección del programa disfrazó a MªÁngeles Delgado de bruja mala en su llegada a la casa, cargadita de ‘manzanas envenenadas’. Sólo tres concursantes (Raquel Bollo, Regina y Úrsula) se levantaron para saludarla y compartir con ella la fruta.
El resto de participantes apenas levantaron la vista para mirar a la que creían ex concursante. Sin embargo, la vallisoletana, fiel a esa fortaleza de la que presume ha asegurado que llega “llena de fuerzas y con muchas ganas de ganar”.
No es el único disgusto para Blanca de Borbón. La concursante ha vuelto a hacer de las suyas incumpliendo las normas del concurso y ha vuelto a ser castigada. La hija de Leandro encontró una colilla en el suelo y aprovechó que Nagore la eligió como ayudante de la capataz, para esconderse en la habitación para fumársela.
La dirección ha decidido quitarles todos los privilegios de ser capataz y ayudante (habitación, lavabo, etc) pero mantenerles todas las responsabilidades. Nagore se enfadó mucho por la torpeza de su amiga que suplicó que sólo la castigaran a ella, pero el programa, harto de que incumplan reglas, ni se inmutó.
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