María José Campanario podía imaginarse la reacción de la prensa a su llegada a la Audiencia Provincial de Cádiz pero nunca llegó a saber exactamente lo que le esperaba. Más de 90 medios, mucho público increpándola, con gritos de ¡Arriba la Esteban! incluídos, y un nerviosismo extremo fueron los ingredientes de su llegada al lugar donde deberá aclarar si pretendió, o no, estafar a la Seguridad Social .
El pago de 18.000 euros para conseguir una pensión para su madre es el eje de la acusación. El rechazo al acuerdo con el fiscal, para que éste pidiera solo 2 años de cárcel, ha provocado que ahora se enfrente a una pena de cuatro años y medio de cárcel de confirmarse su culpabilidad. El juicio durará 18 días y el parón de Semana Santa supondrá que hasta mediados de junio no sepamos nada sobre la sentencia.
Mucho ha llovido desde aquel fatídico seis de abril de 2006 cuando María José Campanario fue conducida al cuartel de la Guardia Civil de Jerez de la Frontera (Cádiz) para declarar. Tras pagar 12.000 euros de fianza siguió con su vida tranquilamente. Casi todas las apariciones públicas que ha hecho han sido tildadas de “lavados deimagen” si bien este término no se ha podido confirmar.
En 2008 declaró a ¡Hola! que “Se han dicho muchas cosas que no son verdad. Partiendo de esa base se ha creado un juicio paralelo. Si tengo que ir a la cárcel iré a la cárcel y ya está. Espero que la Justicia sea justa y llegue el día que yo pueda explicar mi verdad”. Ahora es su oportunidad, el juez será el que tenga la última palabra.
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