Nuestra querida Duquesa de Alba está radiante y feliz, de la mano de su recién estrenado marido, y así se les ha visto caminar por la calle. En esta ocasión, ha querido acompañarle a comprar ropa para que esté hecho un pincel y luzca tan guapo como a ella le gusta. Así que no solo le acompañó, sino que le sugirió que quizás sería una fantástica idea que se dejara caer por la tienda donde su ex-yerno Fran Rivera se viste también.
Que todos sabemos que la pasión que Cayetana sentía por el que fue su ex-yerno no se acabó cuando este se separó de su hija, y quiere que su marido sea tan perfecto, estilizado y joven como él. Y si no puede serlo, por lo menos, que lo parezca.
En la tienda de la misma marca que el torero regentó hace unos pocos años, Alfonso estuvo buscando algo que se le ajustara bien al cuerpo y le quedara bien. No creo que mirara la etiqueta del precio, aunque quien sabe, igual las viejas costumbres de funcionario se resistan a desaparecer y todavía lo haga.
A mí, lo que me preocupa, y creo que debería mosquear un poco al señor consorte, es la obsesión que tiene esta mujer por ese chico del que fue suegra. Hace mucho que no es de la familia, pero ella sigue queriéndolo mucho. Incluso fue el único de fuera de la misma que acudió a la boda, a la que no asistieron ni los nietos. Mucho cariño y cercanía hay con el chico y tiene un rinconcito del corazón de la mujer.
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