No sé a vosotros pero a mí me parecería muy preocupante si mi líder espiritual fuera Álvaro Muñoz Escassi. Algo así está ocurriendo en Acorralados y es que el jinete, en lugar de unirse al grupo de Reche, Raúl, el Dioni y MªÁngeles Delgado que lo rondaban, ha decidido ejercer de líder del otro bando, con Raquel Bollo y Antonio David como sus más firmes aliados.
¿Cómo es posible que un hombre que no vocaliza, construye frases comprensibles a duras penas y es tan sutil como una granada de mano se haya erigido de líder? O el nivel está por los suelos o sus compañeros son tan vagos como parecen y no quieren hacer el más mínimo esfuerzo ni para penar estrategias en el concurso.
Álvaro, al que hay que reconocerle que su caidita de ojos y sus morritos le funcionan a las mil maravillas con las señoras, no se esconde y aunque ha puesto motes a sus compañeros (muy torpemente porque incluso subtitulan los motes con los nombres reales…) se pasa el día captando adeptos e indicando a quién se ha de nominar.
La estrategia es tan evidente que la escena de Escassi dando instrucciones a Blanca de Borbónha sido desternillante: cualquiera diría que no se fía mucho de que la Borbona le entienda lo más mínimo, como si hablara otro idioma…
Por una vez hay que darle la razón al más mal hablado del grupo, Dioni, Escassi “en vez de volar, planea”. Yo añadiría que es más bien torpón y que cualquier día se come una farola o un poste de electricidad al aterrizar. ¿Dónde está Nagore? Yendo de independiente, creo que nos perdemos a la única que puede hacer frente a la verdadera estratega de este reality, la madre de Aída, que ha pasado de ser la gran odiada a la gran querida. Ya le gustaría a la hija.
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