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Fuente: CARM
Estas acciones, junto a otras desarrolladas por esta entidad en Cieza, Caravaca de la Cruz y Puente Tocinos (Murcia), han contado con el apoyo de la Comunidad
El director general de Pensiones, Valoración y Programas de Inclusión, Juan Castaño, asistió el pasado miércoles a los actos de entrega de diplomas de sendos talleres del Proyecto Abraham desarrollados en los municipios de Bullas y Pliego. Las acciones formativas organizadas por esta entidad están dirigidas a personas en situación de riesgo o exclusión y tienen por finalidad lograr su reinserción sociolaboral.
A estos cursos, de costura en el caso de Bullas y de zapatero remendón en el de Pliego, se unen otras actividades desarrolladas por el Proyecto Abraham en otras localidades de la Región, llevadas a cabo con el apoyo de la Comunidad.
En concreto, el Ejecutivo murciano ha invertido 246.534 euros en subvenciones y ayudas concedidas a esta organización durante el periodo 2008-2010. Dicha cantidad posibilitó actuaciones en los municipios de Cieza, Caravaca de la Cruz y Puente Tocinos (Murcia), que abarcaron desde la realización de talleres formativos y la atención sociolaboral, al equipamiento de centros para realizar actividades de reinserción.
Además, se propició la contratación laboral de profesionales para llevar a cabo las actuaciones a través de las líneas de Ayuda para Programas de Inserción y las Ayudas para Programas de Inclusión de Determinados Colectivos Desfavorecidos.
Esta labor que lleva a cabo Proyecto Abraham cuenta también con el apoyo de los ayuntamientos, que les ceden locales municipales para desarrollar su actividad, como en los casos de Caravaca de la Cruz y Cieza.
Además, en esta última localidad mantienen una tienda-rastro donde se comercializa lo elaborado, principalmente prendas de vestir recicladas, zapatos y otros artículos depositados por los ciudadanos en los distintos contenedores distribuidos por la entidad en los tres municipios citados.
Uno de los objetivos de Proyecto Abraham es canalizar la recogida de residuos sólidos, como ropa usada, papel, chatarra, muebles, electrodomésticos y todo tipo de material que pueda ser reutilizado. De esta forma se autofinancian, con la venta posterior en tiendas-rastro y mercadillos, o a través del envío de los artículos a países del tercer mundo.
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